Seguimos buceando por el mundillo del escritor Julio Córtazar y ésta tarde telefónicamente hablamos con Manuel Antin quien lo conoció al autor en una biblioteca. Marcó las diferencias entre la literatura y el cine, llegando a confesar -con el paso de la vida- de que hubiera preferido ser Córtazar a ser Antín. Lo conoció antes de que el escritor sea universalmente conocido y ,entre sus memorias, guarda la de haber leído el manuscrito que contenía gran parte de lo que luego sería Rayuela.
Manuel Antín es director de cine argentino, nacido en Las Palmas (Chaco, Argentina) el 27 de febrero de 1926. Como escritor realizó dos novelas: Alta la luna y Los venerables todos, piezas de teatro como El ancla de arena, Una ficticia verdad, No demasiado tarde, La desconocida en el bar y La sombra desnuda.
En su obra poética se destacan: La torre de la mañana, Sirena y espiral y Poemas de dos ciudades.
Su primer vínculo con el cine lo tiene como coguionista en los cortometrajes de Rodolfo Kuhn
En 1962 dirige su primer largometraje La Cifra Impar, largometraje basado en el cuento Cartas de Mamá de Julio Cortázar. En dos de sus siguientes películas trabajará nuevamente en sobre textos de Cortázar (Circe, 1964 e Intimidad de los Parques, 1965).
Desde 1983 y hasta el fin del gobierno de Raúl Alfonsín, dirigió el Instituto Nacional de Cinematografía (Argentina) dando con su gestión empuje al cine argentino que se recuperaba dentro de un nuevo período democrático de los años de la dictadura militar (1976-1973).
En 1991 funda la Universidad del Cine, institución dedicada a la enseñanza de las artes cinematográficas en la que se forman muchos de los actuales directores del cine argentino.
12 marzo 2009
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