13 marzo 2009

LA VIDA ES UNA NOVELA

Txt: Juan Cruz Revello
Enviado especial
al televisor del living de su casa

Lo que la televisión parece tomar hoy como novedad, es lo cotidiano. Hoy le toca al adolescente de clase media, y a la vida en las clases bajas. En estos días, comenzó en la pantalla de Canal 5 (o Telefé, como prefieran) la puesta en aire de un programa llamado ‘Mundo Privado’. El objetivo del programa es “reflejar el universo adolescente contado desde los mismos protagonistas…”. Pareciera que la elección de poner al aire estos formatos no está en manos de los gerentes de programación, sino en las diferentes posibilidades que te da la tecnología de mostrar ‘en profundidad’ como vive otra persona. Este tipo de programas no seria posible sin la existencia de, entre otras cosas, celulares con cámara. Claro está, todo producto televisivo navega dentro de tópicos, y las novedades no son la excepción. En este caso, la temática adolescente pasó por “que entienden por identidad”. Entre dimes y diretes, el foco del programa se fue diluyendo, y en una confusión nada inocente (digo, no creo que fuera casual, sino buscado), la identidad pasó a ser identificación. Y no es lo mismo en absoluto. Estos formatos que parecen diluir la división entre ‘el afuera del aparato, y dentro del aparato’, terminan acentuando esa diferencia. Esto teniendo en cuenta que el objetivo del que se filma o se saca fotos es mostrar como vive él; sin embargo lo que se vende, y consume, es mostrar como vive el otro. Una gran dicotomía. El que entra a Gran Hermano entra porque se quiere mostrar. El que se filma por su celular peinándose, lo hace porque quiere mostrar como se peina alguien de su tribu. El que se saca una foto y la postea en su blog quiere mostrar su mejor perfil. Y el combo ‘gerente de programación + televidente’, agarra todo eso, lo procesa de tal manera que se termina mostrando no como vive ese individuo en particular, sino como vive el otro. Los perfiles y los tópicos que se eligen para esos programas, son buscados de acuerdo a quien se quiere apuntar a que lo vea. En definitiva, hasta lo más natural dentro del aparato, sigue siendo ficción. Porque el formato por más casero y cotidiano que sea, te muestra al otro. Y no cuesta identificarse con ese otro, que es igual a uno y tiene los mismos hábitos. La novedad en estos casos, pasa por poner al aire un producto que, si bien esta procesado y editado en post producción, nace de una filmación que puede hacer cualquiera en su casa. El contenido, resulta cosa conocida. De la misma manera, todavía hay personas que se identifican con Claudio García Satur en Rolando Rivas, o con Andrea del Boca en Perla Negra.

1 comentario:

The Lucky Kakker dijo...

y yo que me identifico con Gianni Lunadei en Matrimonios y Algo Más... sos un grande Juan Cruz.