Txt: Ferdinand Fantín para MTQN
Tópico de la fecha: D12A14
Se llama De 12 a 14, pero no es un programa para adolescentes. Aunque, pensándolo bien, los chistes del simpático Miguel Ángel Tessandori se corresponden perfectamente a los de un bufón de primer año del secundario. Sus gracias, para desgracia de los televidentes, evocan a ese jovencito presente en todo curso que desde el arranque del ciclo lectivo se presenta como candidato a las trompadas del resto de los educandos, púberes compañeritos que esperan ansiosos la fecha de su cumpleaños o el recreo más próximo para propiciárselas. Lamentablemente, Tessandori no fue ajeno a ese desenlace: en 1996 lo abofeteó un soplón de Eduardo López. El repudiable suceso tomó por sorpresa a unos cuantos, tal vez porque ocurrió a menos de dos años de que promocionara al señor de las barbas a la presidencia de Newell's. ¿Cómo? Mediante una publicidad-entrevista que condujo amistosamente desde los estudios de Canal 3 y que duró nada más que... una hora y media!
Volviendo al tema de origen, quien suscribe confiesa que desde niño asociaba a Tessandori y Raúl Hernán Sala -el Luis Novaresio de antes- con el almuerzo, factor que podría señalarse como un logro estratégico del "clásico del mediodía". Pero después de años de terapia y de reflexionar sandeces mientras vaiajaba en carísimos Mercedes (los colectivos de línea), descubrí que la relación gastronómica se debía a las calvicies de Sala y de Tessandori. De hecho, sus despobladas cabezas guardaban una extraña semjanza con los granos de arroz y la pata de pollo del almuerzo: Tessandori, pelado como una pata de pollo, y Sala, además de pelado, remitía a la sal. (Disculpen el cambio de tema, de canal).
Ya que se hizo mención de Sala, basta recordar que su deceso dio lugar al auge del abogado Novaresio (quien pese a declararse agnóstico frente al Padre Ignacio tiene vocación de prelado, por eso lo quieren tanto las buenas amas de casa católicas... esas mismas doñas que llaman desesperadas a Radio 2 porque el gato se les quedó arriba de un árbol). Así las cosas, Novaresio, tipo algo recio y guía útil al momento de plasmar vanas quejas o inquietudes telefónicas ante cualquier organismo público, irrumpió como la renovación y el ingrediente picante del equipo (sin Sala, se nota más la pimienta). Luisito, inteligente y lúcido, fue "el benjamín" del programa aunque, claro está, no por Walter Benjamin.
De todos modos, que el staff del magazine promocionado como "el noticiero de los mediodías" sólo se haya renovado por el deceso de Raúl Hernán Sala es un dato importante. A diferencia de lo que ocurre en otros noticieros, el staff prácticamente carece de renovación. Sólo la huída o expulsión inesperada de Carlos Bermejo le abrió paso a Alejandro Simonetto, un gigante amistoso a quien la mayoría de las veces lo hacen hablar de pequeñeces artísticas, escándalos plumíferos y tilingadas tinellescas, con el objetivo de hacer un programa "popular", propio de un "horario popular"...O sea, para no arriesgar nada ni atraer a nadie muy despeinado a la saludable audiencia que siempre se levanta antes de las 12 y come antes de las 14. La competencia televisiva hace que a veces la página de espectáculos quede limitada al comentario de la programación que el día anterior emitió el canal de la metrópoli (en este caso Canal 13) o a la promoción de su programación futura. Y el mandato del rating, tamizado con aquello de "lo popular", se aplica indiscriminadamentea como criterio de selección, como si en este ámbito existieran fórmulas matemáticas: a más boludeces, más audiencia. Se da así por tierra con todos los cursos-curros de periodismo y de comunicación en los que el funcionalismo es blanco de las más fervientes críticas: no queda otra que almorzar patitos feos, culos y tetas. En el canal vecino muestran algo parecido, pero de su propia programación.
Como sea, De 12 a 14 ya es una institución del mediodía de la ciudad porque interpreta y encarna la moralina promedio de la clase media rosarina, o de una parte de ella-. Y le agrega toques de humor zonzo, un economista conservador lleno de pesimismo y de pergaminos (Antonio Margariti, ligado a la Fundación Libertad... de comercio), una joven y excelente locutora, aunque de voz confundible a la de cualquier locutora de FM masiva (Analía Bocassi), y un conductor pueblerino ya vitalicio (Julio César Orselli), adorado por las doñas un poco más que Novaresio, porque es menos "progre" y por una cuestión generacional. En otros tiempos no tan lejanos, dos personajes de edad avanzada desplegaban sus pulidas columnas en De 12 a 14: el jurista y ex diputado nacional "extrapartidario" René Balestra (socialdemócrata y antiperonista acérrimo, autor de libros y publicaciones como "Las oligarquías zurdas", “Endiosar al transgresor”, “El Presidente no quiere aprender” y “La izquierda fascista”), y el licenciado-escritor Jack Benoliel, todo un excéntrico de la cultura refinada. Pero en la actualidad ya no hay tiempo para pensar tanto frente a la divina TV führer. Menos mal.
Volviendo al tema de origen, quien suscribe confiesa que desde niño asociaba a Tessandori y Raúl Hernán Sala -el Luis Novaresio de antes- con el almuerzo, factor que podría señalarse como un logro estratégico del "clásico del mediodía". Pero después de años de terapia y de reflexionar sandeces mientras vaiajaba en carísimos Mercedes (los colectivos de línea), descubrí que la relación gastronómica se debía a las calvicies de Sala y de Tessandori. De hecho, sus despobladas cabezas guardaban una extraña semjanza con los granos de arroz y la pata de pollo del almuerzo: Tessandori, pelado como una pata de pollo, y Sala, además de pelado, remitía a la sal. (Disculpen el cambio de tema, de canal).
Ya que se hizo mención de Sala, basta recordar que su deceso dio lugar al auge del abogado Novaresio (quien pese a declararse agnóstico frente al Padre Ignacio tiene vocación de prelado, por eso lo quieren tanto las buenas amas de casa católicas... esas mismas doñas que llaman desesperadas a Radio 2 porque el gato se les quedó arriba de un árbol). Así las cosas, Novaresio, tipo algo recio y guía útil al momento de plasmar vanas quejas o inquietudes telefónicas ante cualquier organismo público, irrumpió como la renovación y el ingrediente picante del equipo (sin Sala, se nota más la pimienta). Luisito, inteligente y lúcido, fue "el benjamín" del programa aunque, claro está, no por Walter Benjamin.
De todos modos, que el staff del magazine promocionado como "el noticiero de los mediodías" sólo se haya renovado por el deceso de Raúl Hernán Sala es un dato importante. A diferencia de lo que ocurre en otros noticieros, el staff prácticamente carece de renovación. Sólo la huída o expulsión inesperada de Carlos Bermejo le abrió paso a Alejandro Simonetto, un gigante amistoso a quien la mayoría de las veces lo hacen hablar de pequeñeces artísticas, escándalos plumíferos y tilingadas tinellescas, con el objetivo de hacer un programa "popular", propio de un "horario popular"...O sea, para no arriesgar nada ni atraer a nadie muy despeinado a la saludable audiencia que siempre se levanta antes de las 12 y come antes de las 14. La competencia televisiva hace que a veces la página de espectáculos quede limitada al comentario de la programación que el día anterior emitió el canal de la metrópoli (en este caso Canal 13) o a la promoción de su programación futura. Y el mandato del rating, tamizado con aquello de "lo popular", se aplica indiscriminadamentea como criterio de selección, como si en este ámbito existieran fórmulas matemáticas: a más boludeces, más audiencia. Se da así por tierra con todos los cursos-curros de periodismo y de comunicación en los que el funcionalismo es blanco de las más fervientes críticas: no queda otra que almorzar patitos feos, culos y tetas. En el canal vecino muestran algo parecido, pero de su propia programación.
Como sea, De 12 a 14 ya es una institución del mediodía de la ciudad porque interpreta y encarna la moralina promedio de la clase media rosarina, o de una parte de ella-. Y le agrega toques de humor zonzo, un economista conservador lleno de pesimismo y de pergaminos (Antonio Margariti, ligado a la Fundación Libertad... de comercio), una joven y excelente locutora, aunque de voz confundible a la de cualquier locutora de FM masiva (Analía Bocassi), y un conductor pueblerino ya vitalicio (Julio César Orselli), adorado por las doñas un poco más que Novaresio, porque es menos "progre" y por una cuestión generacional. En otros tiempos no tan lejanos, dos personajes de edad avanzada desplegaban sus pulidas columnas en De 12 a 14: el jurista y ex diputado nacional "extrapartidario" René Balestra (socialdemócrata y antiperonista acérrimo, autor de libros y publicaciones como "Las oligarquías zurdas", “Endiosar al transgresor”, “El Presidente no quiere aprender” y “La izquierda fascista”), y el licenciado-escritor Jack Benoliel, todo un excéntrico de la cultura refinada. Pero en la actualidad ya no hay tiempo para pensar tanto frente a la divina TV führer. Menos mal.
1 comentario:
como se nota que no se meten con la Bocassi,xq es de Galvez como el otro!!!
jajajja
abrazo muchachos y muy bueno el programa!!
Todavia estoy esperando q Fede me haga entrar de onda, al recital de Spinetta en el parque España! jajaj
salu2 y aguante MTQN
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