23 agosto 2008

Los cimientos del Sábado

No puedo dormir. Y no es alusión a ninguna droga. Es simplemente eso, no poder dormir. No dormirse, estar despierto.
Mantener los ojos abiertos. Los aromas envueltos. Los pensamientos atentos.
No puedo dormir y sé que durante unas cuantas horas más, mi estado será de vigilia absoluta. La respiración, el sonido de las teclas, la definición de la noche en completa plenitud.
La madrugada. El lugar donde se juntan las aguas que corren por ríos distintos.
No puedo dormir pero si matar a alguien.
No puedo dormir. ¿Tengo que imaginar otros mundos?
No puedo dormir, voy a tomármelo en serio. Nada de dar vueltas en la cama. Levantarse y preparar unos mates.
No poder dormir es estar despierto en un extremo de la madrugada. Al filo de lo extraño. En contacto con lo más real.
No te duermas, dice alguien por ahí.
No puedo dormir, los pies descalzos en el frío piso del invierno.
No puedo dormir y voy a prender velas a los santos. Y quemar los santuarios.
No puedo dormir, no tengo más cigarros. No tengo apuro y no tengo paciencia. No tengo ansiedad, es solo no poder dormir jamás.
Una noche sin dormir es no dormir nunca más. Despertar.


Txt: Pedro Cactus

1 comentario:

Anónimo dijo...

A la mierda, cuanta profundidad toda junta!

Proba con hacer ejercicio durante el dia o ponerla a la noche y vas a ver como dormis.