A fuerza de tanta basura editada buscando más el contenido de los bolsillos que la satisfacción de los eventuales compradores, la expresión "disco tributo" ha pasado a ser al menos levemente detestable. Paint it Black, el álbum que recopila material de los Rolling Stones grabados por otros artistas y que EMI acaba de lanzar en nuestro país, podría ser una honrosa excepción... si no fuera porque no se trata de un disco tributo propiamente dicho.Estos álbumes se caracterizan por estar integrados por material grabado especialmente para la ocasión. Es por eso que decimos que Paint it Black, que en realidad es una colección (en el sentido de " /", no en el de "coleccionar") de canciones Jagger-Richards interpretadas por otros músicos, no lo es. Porque todos los temas habían sido ya registrados, e incluso algunos de los que figuran en la lista ya pasaron a mejor vida, como es el caso del superpoderoso Otis Redding y de la casi totalidad de los Ramones.Sabido es que los Stones son me(ga)lómanos por naturaleza, por eso una recopilación de este tipo no podía andarse con chiquitas. Así que el disco empieza a lo bestia, con David Bowie (Let's Spend the Night Together, originalmente aparecida en su disco Aladdin Sane, de 1973), Rod Stewart (Street Fighting Man, en la única versión con un Stone, Ronnie Wood, aunque en esa época todavía no había sido convocado para suplir a Mick Taylor), Aretha Franklin (la tremenda Jumpin' Jack Flash) y Otis Redding (según Keith Richards, la mejor versión de Satisfaction, incluida la propia). Y también está Out of Time hecha por los Ramones, que es acaso el cover perfecto: el que no se nota que lo es.Hasta aquí, todo es material requeteconocido. Pero también hay perlitas no tan notorias que lo hacen más interesante. Ahí está la versión alla Ramones de 19th Nervous Breakdown, interpretada por Jason & the Scorchers. Y Get off my Cloud hecha a capella por The Flying Pickets, que tal vez no tan curiosamente suena bastante cerca del hip-hop de The Streets. Y Bitch hecha por los pioneros de trash metal Exodus (para que se retuerzan horrorizadas las brigadas metálicas).Pero no todo es gloria en esta colección. Acaso lo más llamativo en este aspecto es la ausencia de Wild Horses hecha por los Flying Burrito Brothers. ¿Por qué? Pues nada menos que porque dice la leyenda que fue su líder, Gram Parsons, el que le develó a Richards los secretos de la música country, que empapó los discos de los Stones de fines de los '60 y principios de los '70 (es decir, lo mejor de su producción, desde Beggars Banquet hasta Exile on Main St.). Y porque esa leyenda también dice que Parsons es el verdadero autor de la canción, que fue editada por los Burritos un año antes que por Sus Majestades Satánicas. A años luz de engendros amables pero (por decir lo menos) de dudosa calidad como la dupla Bossa'n'Stones, este compilado cumple mucho mejor, y casi sin proponérselo, la función de tanto disco tributo espantoso. Los Rolling Stones, su música y sus fans lo merecemos.
Guillermo Boerr
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