Sin embargo, el cuestionamiento de si los humanos sabemos lo que estamos haciendo en este mundo, seguirá estando siempre. Tal vez nuestra misión consista en hacer todo lo que hacemos. Arrasar con el planeta y con nosotros mismo sin conciencia verificable.
De todas maneras nuestras vidas duran un segundo. Somos insectos y nos comemos todo. Plaga insectívora sin control y con mandos a distancia, botones e internet, celulares y cámaras digitales, adictos a todo, desconfiados, sanguinarios, injustos y tecnomaníacos. Somos aplastados todos los días por motivos injustificados. Coleccionistas de emociones superficiales y de imágenes propagadoras del caos.
Si somos insectos seamos concientes. Si somos concientes seamos coherentes. Nuestras ínfulas nos hacen creer que hasta escribir unas palabras sirve de algo.
Somos insectos, ñac ñac ñac ñac ñac. Sonido de la vacuidad en el espacio. Sonido repiqueteador de la alegría que nos falta. Nos vamos a seguir poniendo del mismo lado que el enemigo si seguimos así.
Consejo para el sábado: Insuflar los pulmones y seguir respirando el instante. ¿Queda otra cosa por hacer?
Txt: Pedro Cactus
1 comentario:
"Coleccionistas de emociones superficiales y de imágenes propagadoras del caos." Me declaro culpable. A quién debo clavarle mi aguijón?
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