El percusionista Juancho Perone fue quien diseñó el cajón del taller cuyas ganancias ayudarán a un comedor conunitario. Por ejemplo, un Juancho Peruano, podría conseguir sonidos adicionales utilizando sus palmas o las puntas de sus dedos para tocar el cajoncito. También muchas veces se enriquece el tono del cajón añadiendo pequeños objetos metálicos en su interior.
Es importante aclarar que es uno de los pocos instrumentos musicales donde el artista se sienta sobre él y este transmite el ritmo al cuerpo del cajonero. O sea, sobran instrumentos que se tocan estando el músico sentado pero escasean los que se tocan sobre el mismo instrumento. Por ejemplo, si tomamos el acordeón, nos encontramos con algo muy sensible como para utilizarlo de asiento, lo que sí podría servirnos para sentarnos es su estuche. No así el de la guitarra criolla que es muy frágil y se hunde si uno lo carga con peso humano. Igual, hablar de estuches y no de instrumentos, es algo que no tendría que haber pasado nunca en éste posteo.
El músico se sienta a horcajadas sobre el cajón, quedando este último entre sus rodillas. El cajón moderno tiene tres tornillos que permiten ajustar el tono y el músico puede tocarlo tenga o no tornillos, en su cabeza. El cajón que usan los españoles en la música flamenca, como variación del original peruano, en su interior tiene también tres o cuatro cuerdas para añadir resonancia.
“Por tambor, en un sentido amplio de la palabra, se suele entender: ‘un instrumento percusivo cuya sonoridad se obtiene golpeando directa y externamente sobre el cuerpo hueco y resonante que lo constituye, bien sobre un lugar cualquiera de su caja o sobre otra parte especialmente destinada a ese fin’. Según esa acepción organológica del tambor, equivalente a un instrumento percucible en la parte exterior de su caja resonante, se comprenderían entre los tambores a los llamados tambores de madera o xilofónos y hasta a alguna especie de idiófonos percusivos. Decimos xilofónicos o xilófono, ajustándonos a las raíces griegas del vocablo, en un sentido genérico y propio, y no en el impropio y restringido de marimba, la cual en Europa se llama xilófono por antonomasia, porque es realmente un instrumento sonoro de madera. Así pues, tales instrumentos pueden ser llamados xilófonos, si se atiende solo con exactitud y rigor al elemento etimológico del vocablo y a un sentido genérico”, dijo el estudioso Fernando Ortiz, metiéndole una concepción cuasi filosófica a algo que parecía tan simple. Fernando, un cajonero del carajo, arrancó desde pequeño dándole golpecitos a una caja de madera que le habían regalado a su madre con unas sandalias sin abrojos dentro.En la Argentina radica Hubert Reyes quien le dió varios toques al cajoncito acompañando a músicos como Pedro Aznar, Lito Vitale o los Illya kuryaki. Reyes hace tiempo contó sobre su intrumento de trabajo a sus suegros en una cena familiar: "Y... el cajón no tiene secretos, los prefiero bien puros, de buena madera y sin cuerdas". Les dejamos clickeando aquí su mail por si tienen ganas de sacarse alguna duda.
La investigación exclusiva sobre el instrumento realizada por Quintín Palma para MTQN nos deja a continuación -para finalizar con éste minucioso trabajo- un video, visto por más de 37.003 personas, realizado por el peruano Jayo quien nos enseña a aprender a tocar el cajón en tres clases, de manera gratuita y en 5 minutos!!
1 comentario:
un informe sobre el bombo legüero ahora !!!
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