23 mayo 2009
Siguen surgiendo propuestas culturales a 40 años del Rosariazo
Carlos Saldi, fotógrafo de la revista Boom, logró imágenes en blanco y negro que aún hoy conmueven por su carga épica. Otro miembro del staff, el Negro Fontanarrosa, dibujó a las masas insurrectas en las tapas de Boom, con trazo nervioso y colores como de fuego. Fuego que prendería en los trenes, trolebuses y calles en septiembre, en el llamado segundo Rosariazo. Entre uno y otro, sucedieron el Cordobazo y la Apolo 11. Las fotos de Saldi ofrecen al ojo de hoy detalles nostálgicos: un cielo de luces de neón, casas bajas. Titulada Rosariazo: revueltas sociales de 1969, la muestra se acompaña de un catálogo con una prolija cronología de los hechos. Alberga curiosidades como las mencionadas o una tromba lanzapanfletos (un arma obrera: una escopeta de caño recortado adaptada para disparar al aire volantes políticos) o una primera plana del diario que dirigía Nora Lagos, defensora del peronismo proscripto. Realzada por un montaje excelente de Luciano Ominetti y equipo, puede verse hasta fines de septiembre en el Museo de la Ciudad (Oroño 2300; ir temprano, cierra a las 18). Los dos curadores de la exposición son el arquitecto Raúl D'Amelio, director del Museo de la Ciudad, y (no acreditado como curador en el catálogo) el historiador, investigador y curador Pablo Montini.
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