La columna del Domingo (un viernes)

Capítulo XXVI - Más de 100.000 visitas que pasarían al olvido ..

En algún día de ésta semana superamos las 100.000 visitas. No vamos a jactarnos de que podríamos llenar estadios porque varios han ingresado muchas veces. Incluso, nosotros mismos, hemos puesto en nuestras computadoras el blog como página de inicio. Pero bueno, es un número que merece ser reconocido. Al menos, en un posteo.
Hace un par de años que el sitio está en la web y varios han sido sus webmasters. Algunos ya no forman del staff, otros se hicieron los propios, hay columnistas que se atreven a adjuntar algo, están los productores fantasmales, sujetos que descifraron la contraseña y hasta un Sandro Dorato que en Marzo de 2006 escribía tipo primicia que en Julio, Gustavo Cerati, presentaba Ahí vamos en el Teatro el Círculo.
La estética ha ido cambiando, muchas veces según quien posteaba y otras, por un desarreglado moderador, quien adornaba las ideas de algún descuidado que subía sin marcar links o con imágenes desproporcionadas. La madrugada, fue un horario en el que se subió mucho por una cuestión de tiempo para los ideólogos, y la mañana temprana, merece ser mencionada porque integrantes del staff tienen computadoras en sus trabajos y desayunaban a los bloggeros con alguna datita cultural. Hicimos un mail, un fotolog, un facebook, un myspace, pero nada se pudo acercar a las exteriorizaciones textuales que pudimos trasladar en éste lugar.. muchas veces hasta el mismo programa de radio quedó desplazado por el blog.
Acompañaron videos, anotaciones, aciertos, plagios, desaciertos, tracklist con temas, foros, forros y sobretodo, en invierno, tratar de estar con alguna información que por ahí pasó desapercibida en tiempos en que el Estado se ha corrido de su rol de regulador y el mercado es quien lamentablemente tomó las riendas. Por suerte, en Más Tarde Que Nunca, se trata de tomar a la comunicación como un derecho y no como una mercancía. Aunque la Ley de Radiodifusión siga siendo una deuda y pasen la derogación de la Resolución 125, la estatización de Aerolíneas Argentinas y Austral, la “movilidad jubilatoria”, la eliminación de las AFJP, bla, bla, bla… por suerte acá hay un lugarcito en el que nos permitimos expresarnos libremente e intentando, muchas veces desesperadamente, cambiar un poquito las cosas. Quizás, hasta pueda que no nos salga como queremos.

Txt: Quintín Palma