El elenco seleccionado en un casting donde se presentaron más de noventa postulantes, está integrado por Omar Abrate, de Arequito; Horacio Sensacore, de Casilda; Patricia Tudor, de Chabás, y los rosarinos Liliana Belinsky, Diego Emmi y María Florencia Sanfilippo.
No hay que llorar muestra las relaciones entre una madre, sus tres hijos varones y sus nueras; personajes que han superado los 40 años y son como en tantas obras de Cossa, víctimas del fracaso de no haber sido lo que soñaban. Durante una fiesta familiar son presas de pasiones, necesidades y fantasías, mientras esperan un milagro mágico que los rescate.
El Plan Federal de Coproducciones del Teatro Nacional Cervantes comenzó realizando otras propuestas en diferentes localidades del país, y en esta oportunidad según sus organizadores, se concreta por primera vez un convenio con un municipio como el de Casilda, a diferencia de las anteriores producciones que contaban con el respaldo de gobiernos provinciales. La movida resulta auspiciosa para muchos actores del interior que ven la posibilidad de mostrar su trabajo en diferentes regiones del país al mismo tiempo que adquieren nuevos conocimientos y consolidan el aprendizaje de nuevas técnicas que se producen en el intercambio con maestros y directores de Buenos Aires.
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