Ayer terminé de ver el último capitulo disponible hasta la fecha de Lost.
Como estuve dos semanas fuera del país me puse al día y me vi los dos que no había visto de un tirón. De la manera en que la mayoría de los habitantes de este mundo terminaron acercándose a este relato: maratones de capitulos encadenados al descubrir que si, evidentemente, la historia de la misteriosa isla es atrapante y es muy difícil dejar de verla.
Pensaba antes de irme a dormir que a esta altura debe ser uno de los relatos que une a la población occidental. Pensado para la televisión, en miles de países es consumido de diferentes maneras. Algunos lo ven por la tele, otros lo bajan de internet, otros lo alquilan en el video club y a otros se los prestan los amigos. Pero a esta altura del campeonato son muy pocos los que no se han acercado a la historia de la isla.
Y al fin y al cabo lo que hay ahí es eso, una historia, un relato (ya se que repetí ese termino un par de veces pero me parece el más indicado). Somos millones de este lado esperando para saber como se resuelve esa historia en algun otro lado (en la cabeza del/los guionistas).
En estos años se hicieron muchos análisis, mucho más elaborados que este sobre la serie. Sus relaciones con la literatura y el pensamiento cientifico, los nombres de los personajes y las alusiones a los grandes pensadores de la historia y miles de cosas más que en foros y blogs especializados en la serie se pueden encontrar.
A mi me sigue sorprendiendo la fuerza del relato. De un relato. De una historia, bien contada (no se si es tán interesante, no se si es tan verosimil a esta altura, pero esta bien contada) que mantiene a millones de tipos pendientes.
Las semanas que no pude ver Lost estuve en una isla, no tan incomunicada como la de la serie pero casi. En Cuba las conexiones de internet no son masivas ni poderosas, son escasas, caras y débiles. Televisores hay si, pero no hay tantos canales para ver. Relatos? Muchismos. Bien contados? La mayoria de ellos. Tambien hay cines (muchisimos). En la ciudad de La Habana según informa la muy acutalizada guia Lonely Planet hay doscientos cines funcionando, yo doy fe de haberme cruzado mas de veinte. En las carteleras hay películas cubanas, nuevas y viejas. Yo fui a ver El cuerno de la Abundancia, la última producción de la isla. Una comedia que analiza los problemas cotidianos de los cubanos en este momento de su historia. También hay películas internacionales, clásicos de la historia y cine latinoamericano (en un cine estaban dando XXY de Lucia Puenzo).
Uno de los relatos presentes en la isla es el de Ernest Hemingway. La figura del mítico escritor está muy presente en Cuba y sobre todo en La Habana, ciudad que eligio para vivir desde finales de la década del 40.
Bares clásicos de la ciudad como La Bodeguita del Medio y El Floridita recuerdan con orgullo que el polémico norteamericano solía frecuentarlos. Su imagen esta presente en distintos sitios de la ciudad. Y en un barrio de las afueras se puede visitar la que fuera su casa, convertida en museo. Que preserva todo tal cual estaba allá por 1961, cuando Hemingway se fué de Cuba sabiendo que se iba a pegar un escopetazo.
Ahi en el museo Hemingway se pueden ver sus pertenencias. La cantidad de libros que tenia y también sus otras debilidades, la caza, la pezca, los toros y la bebida. Hay ejemplares de El viejo y el mar en todos los idiomas que fué editado y un contrato en el cual le cedía los derechos de publicación de la millonaria novela a una editorial cubana con la condición de que las ganancias fueran donadas a un hospital de La Habana para comprar radios y televisores para los internos.
Dentro de tres años se van a cumplir 50 de la desaparición física de Hemingway. Hoy sus libros se siguen leyendo y sus reediciones duran muy poco en las librerias.
Dentro de 50 años alguién se acordará de LOST? Será recordado como el primer gran relato de este siglo? Será recordado como el programa que terminó de matar a la televisión para dejar paso al imperio de Internet? No lo se...
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