04 febrero 2009

Canciones que no perdió Andrés Calamaro

Es así, el Salmón sacó un disco que se llama Nada se pierde y es una compilación de la recordada saga de Grabaciones encontradas y hasta del propio álbum quíntuple El Salmón. Presenta una variada cantidad de versiones de temas ajenos (y de diferentes estilos musicales) y algunos instrumentales inéditos de cosecha propia. Lo regaló por internet a unos amigos españoles a través del sitio éste y en una semana superó las 27 mil descargas, el equivalente local de un disco de oro. Están los que dicen que no lo sacó a la venta porque ya tiene varios robos como para poner en bateas algo lleno de covers y añejo; están los que agradecen la generosidad del cantante y está Marcelo Fernández Bitar quien escribió lo que dejamos a continuación para el diario Crítica. Ah, la foto "tostado" que subimos la posteó Andrés en su página oficial. No es que la elegimos nosotros por gusto.


Sin la rebeldía de confrontar a su compañía grabadora, como en las épocas de Radio Salmón Vaticano, pero con la fuerza y la actitud de un rebelde que no duda en hacer lo que tantos otros músicos (y amigos suyos) considerarían un acto de provocación (regalar música sin cobrar regalías!) o un hecho políticamente incorrecto, Andrés Calamaro se da el gusto de simplemente hacer lo que se le antoja. Y en este caso es regalar (porque tampoco es donar: no hay dinero de por medio) un puñado de 12 temas para el elocuente título de Nada se pierde.
Calamaro sorprende con excelentes interpretaciones de clásicos del rock argentino como “Bajan” (del álbum Artaud, de Spinetta), “Mejor no hablar de ciertas cosas” (de Sumo, con letra del Indio Solari) y “Pato trabaja en una carnicería” (de Moris, lo único que coló de una placa que salió a la venta, aunque fue un simple español y luego parte de un compilado que son toda una rareza).
También hay dos tangos que muchas veces ha cantado en vivo: “Los mareados” (donde se anima a decir “¡Qué me importa que se rían y nos llamen los drogados!”, como muchos aseguran que decía la letra original) y “Jugar con fuego” (que tuvo el honor de componer junto al gran Mariano Mores, en vivo durante la gira española del año pasado).
Una rareza de gran belleza es su aproximación a “I Can’t Help Falling in Love with You”, el famoso tema de Elvis Presley que tuvo una versión de Bob Dylan en 1973 (y 20 años después otra de UB 40), acompañado por tres guitarras acústicas y armónica en plena gira de 1998 como telonero del propio Bob, en un guiño clásicamente Calamaro.
Otra inclusión inesperada es “Una noche sin ti”, del legendario grupo español Burning, en clima trasnochado con guitarra de Gringui Herrera incluida.
La lista se completa con la breve apertura de voz procesada “Up in the Morning”, el corto instrumental “New Jimi Doesn’t Surf” (con guitarra apropiadamente rockera y distorsionada), el funk con trompeta “Jamming with Myself”, un demo del hit “Días distintos” (sin la Bersuit) y la inesperada aparición del reggae “Slave Driver” de Bob Marley.
Como los entrañables casetes y CD-R que le grababa a sus amigos en diferentes momentos de su carrera, Andrés Calamaro acaba de hacer exactamente eso: abrir el arcón de las grabaciones y armar un compilado a medida para un grupo de periodistas amigos y fans que seguro lo van a valorar. A juzgar por la excelente respuesta que la iniciativa tuvo en su primera semana online (¡27 mil descargas!), esto va más allá de un gusto esnob para iniciados: es una respuesta masiva que ratifica la expectativa e interés que genera cada paso de este artista en la Argentina y en España

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