08 febrero 2009

Onda Vaga es la banda del momento

Canciones hippies de alegre despertar, así reza el encabezado de una nota que les hicieron en La Nación a comienzo de año. Dejamos no sólo esa catarata de palabras sino que además colgamos un par de temas de éstos colgados en nuestro radioblog.
Nacho Rodríguez, Tomás Justo y Marcos Orellana, más de la mitad de los integrantes de Onda Vaga, están descansando. Germán Cohen y Marcelo Blanco acuden a la cita en el bar la Orquídea de Almagro. Llegaron ayer de un par de shows en Cabo Polonio, el mismo lugar donde nació accidentalmente la banda en 2007, tocando esas canciones agridulces de fogón que los terminaron transformando en la revelación del rock de este momento.
La banda influenciada por Manu Chao, Simón Díaz y Syd Barret (entre miles de sonidos) y formada por integrantes de Doris, Satélite Kingston y Michael Mike. que no paró de crecer y cosechar críticas a favor, llega esta noche al parador del Konex con su sonido desenchufado. "Nos gusta que nos digan que somos una banda de fogón porque ése es el espíritu del grupo. Podemos intercambiar los roles y tocar todos los instrumentos. La banda es orgánica y no usamos amplificación para que no exista esa intermediación del sonido entre nosotros y el público. Queremos que las canciones lleguen directamente", apunta Germán Cohen. "Hay una búsqueda de relajar el rock y sacarle lo innecesario -acota Marcelo, el ex Doris-. Está sólo lo imprescindible en las canciones, su esencia. No hay glamour. Es algo más hippie, como las canciones de los Babasónicos de la primera época".
Onda Vaga regresa al embrión de la canción en estado puro y la honestidad acústica del directo: trompeta, guitarras criollas, trombón, cajón peruano, cuatro venezolano, maracas sin amplificación y cinco voces cantando al unísono, estribillos tan irresistibles y adolescentes, como en el hit "Mambeado": "[...]Y si por ahí el miedo me viene a buscar de nuevo/ voy a recordar lo que cantamos una vez, mirando el cielo yo/Cántale a la Luna y al Sol, cántale a la estrella que te acompañó, cántales a tus amigos con el corazón....".
A Onda Vaga no le costó ser la banda nueva del momento, quizá porque la única ambición era pasarla bien tocando música y porque rememoraban cierta actitud punkie sin micrófono. "Teníamos noches de zapadas de canciones en La Aromática hasta las seis de la mañana, y después empezamos a tocar en fiestas, en casas, y nos iba bárbaro. Así se fue armando", apunta Germán.
Una vez que encaminaron el debut en el C. C. de la Cooperación nada los detuvo. Un exitoso ciclo de conciertos en La Castorera y la aparición del disco Fuerte y caliente (2008), uno de los favoritos de Fito Páez (invitado de la grabación en tres temas) hizo el resto. "Con Onda Vaga pudimos sortear el largo camino del rock. Todo eso ya lo hicimos con otras bandas. Grabamos el disco y no teníamos más pretensiones que disfrutar de la música. Lo de Fito fue un regalo. Nos vio en un show de Pablo Dacal, y nos dijo: "Onda Vaga mata". "Lo invitamos a grabar y un día estábamos en su casa comiendo una pizza", cuenta Marcelo.

-¿Có mo les cayó esto de ser la revelación de 2008?
-Con Doris ya nos había pasado y no cambió mucho. Creo que es un reconocimiento más para los padres de uno [risas]. Es divertido ver lo que pasa. A nosotros lo que nos interesa es poder tocar sin tensiones, sin esa cosa prefabricada del rock.
-¿Son una banda de rock?
Germán : -Venimos de ahí, pero tenemos una cosa más de contemplación.
Marcelo: -Podemos estar fuera o dentro del rock. Lo que nos interesa es un sonido, en el que sea más valioso lo real que el artificio.

No hay comentarios.: