03 noviembre 2008

Los de atrás vienen conmigo

El tercer disco de Calle 13 –que sale a la venta solamente un año después del segundo, Residente o Visitante– es un trabajo arriesgado y camaleónico, que se anima a correrse de los márgenes del reguetón y bucear en mares tan disímiles como el pop de los 80, los sonidos balcánicos, la cumbia villera y el candombe, por mencionar sólo algunas influencias.
La cuestión comienza con una intro sobre el nacimiento en forma de cuento infantil para saltar de inmediato a su mejor canción: “Que lloren”, una crítica sin pelos en la lengua a varios cantantes de reguetón pero en especial a Ivy Queen, una de las primeras referentes femeninas del género. La polémica se había abierto el año pasado cuando la chica se había mostrado molesta porque el dúo recibió varios Grammy en el rubro Género Urbano al que, según ella, no pertenecen completamente. Calle 13 respondió con un tema que fue también un manifiesto: “Oye, Ivy, me das pena/ Aquí te traigo una navaja pa’ que te cortes las venas/ Qué escuela de la calle ni escuela de la calle, mi amor/ pa’ tirarme a mí hay que estudiar/ Mi música no es para la discoteca/ mi música es para sembrar una semilla en un par de cabeza huecas”.
Hay un componente que llama la atención en Los de atrás vienen conmigo: el gen argentino. Si Visitante ya se había declarado fan de la música rioplatense, la banda comenzó a demostrarlo en su segundo disco con “Tango del pecado” (producido por Santaolalla) y lo afianza ahora. Se nota no sólo en pequeñeces como la cita al dulce de leche en “Gringo Latin Funk” o a la Villa 31 y Villa Fiorito en “Los de atrás vienen conmigo”, sino también a partir de la inclusión del compás candombero en la murguerísima “La Perla”, junto al grupo argentino La Chilinga y la voz del propio Rubén Blades. Y hay un tema que seguramente será un enorme hit cuando vuelvan a Buenos Aires: “Tal para cual”, una auténtica cumbia villera con bases y organitos que hasta puede llevar este ritmo por el mundo entero.
Para llegar hasta allí, al track 12, hay que pasar por otros con idéntico potencial de hit: “No hay nadie como tú” (con Café Tacuba como invitados en una canción de amor encantadora), “Gringo latin funk” (una especie de reversión de “Chica plástica” de Rubén Blades, que se mete con las gringas wannabe: “Es una idiota, le saca leche a tus pelotas/ Con tal de montarse en tu carro sin capota”) y “Electro movimiento” (unas de las composiciones más diferentes que ha dado la historia de la banda, con una intro bien ochentas y menciones a Madonna y John Travolta que invitan a bailar toda la noche). En definitiva, a Calle 13, el eclecticismo le sienta tan bien como la crítica social, y Los de atrás vienen conmigo lo demuestra en cada paso: está cargado de nuevas influencias, invitados y mezclas, pero mantiene intacta la lírica crítica y poderosa que los caracteriza.


Natalia Laube

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