25 noviembre 2008

Los Cimientos del Sábado

Hoy no es martes y la foto es un fractal. Es sábado y por eso los cimientos. El tiempo sigue siendo algo tan extraño para mi como lo es un oso polar en una isla tropical (¿alguien sabe la fecha de reinicio de la serie?) El tiempo transcurre raro como el agua de un río condensado y espeso, caudaloso y eléctrico o ecléctico o incorrectamente estético.
No podré auto-exigirme coherencia en este sábado de sol en Pueblo Esther, no voy a hacer más que copiar un breve y antiquísimo poema mientras miro el río que baja con toda la potencia desde el amazonas, en la parte más inclinada de mi antología cuasi-poética.

Ego roto

Una pila de manos / justas y precisas
lloviendo agradecidas / mojándome en vida

Lágrimas dulces / puentes de palabras
bañan la figura blanca y roja de mi voz

Y yo viajando girando sobre sonidos suaves
y otra voz leve y muda / gritando mi yo

Pero la pintura se derrite siempre
llega la noche de la mano de Narciso

y la miel se muere se deshace en la boca
fallece en su sabor / egoísta y preciso

Txt: Pedro Cactus

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