A las 22 hs.
eXistenZ (Canadá, 1999)
Dirección: David Ronenberg - Int.: Jennifer J. Leigh, Jude Law.
eXistenZ (al igual que Una historia de violencia) ha sido considerada como una obra menor en la filmografía del director canadiense Ronenberg. No obstante constituye un compendio inmejorable de las obsesiones de su autor: la irrealidad de la vida que llevamos, los deseos como infección, el impulso sexual, la relación con las máquinas, la frialdad de las relaciones humanas...
Al inicio de la cinta un grupo de "fans", reunidos en una suerte de iglesia, veneran a Allegra Geller, famosa creadora de juegos virtuales, que va a compartir con ellos la presentación de su nuevo invento para efectuar una partida en grupo. El acto se ve interrumpido por un atentado contra la sacerdotisa del evento lo que lanza a la misma y a un aprendiz de marketing a una fuga inicial que luego se identifica como un pretexto. eXistenZ es un juego de ordenador tremendamente sofisticado que lleva al participante a una vivencia en la que éste no distingue el juego de la realidad y en la que puede sólo en parte determinar el rumbo del juego, en determinadas secuencias del mismo. Cronenberg evita de manera coherente establecer diferencias estéticas entre uno y otro mundo. Así, las aventuras por Allegra y Pikel son tan vívidas como "vividas" en eXistenZ y en la vida real. Las transiciones de unas otras son tan ágiles y a la par tan absurdas como aparecen en los sueños y la escena final podría perfectamente ser el inicio de una nueva partida de eXistenZ.
A las teorías centrales ya comentadas cabe añadir la riqueza de eXistenZ en la iconografía de su autor, perfectamente integrada en la trama. Tenemos, por una parte, el sexo o, quizás mejor, habría que decir la pasión. Y tenemos, por otra parte, la referencia a la integración entre hombre y máquina. Ambas se funden ejemplarmente en guión y en puesta en escena.
Definitivamente, "biopuertos" y placentas de por medio, Cronenberg nos enfrenta a la "realidad". Debemos dudar de nuestro entorno, debemos tratar de que nuestros actos sean en función del libre albedrío y no del azar. Debemos enfrentarnos a nuestros miedos. Por que ni Expediente X ni Matrix son ciertos. La realidad no está ahí afuera, la realidad viene definida por nosotros mismos. No hay otro mundo regido por máquinas que nos controlan. El peligro está en nosotros y nosotros somos quienes gestionamos nuestras capacidades y nuestras creaciones, nuestros deseos y nuestros temores. Más virtuosa que virtual, eXistenZ y Cronenberg, reales o no, están ahí para recordárnoslo.
Por Antoni Peris Grao, Miradas de Cine Nº 44, Nov. 2005.
18 septiembre 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario