Charly García dejará mañana la clínica neuropsiquiátrica Avril, dos días antes de cumplir 57 años, y de inmediato comenzará a trabajar en un disco con nuevas canciones que podría ser editado antes de fin de año, revelaron hoy sus allegados.
Irá a la estancia de “Palito” Ortega y no estará solo: dos enfermeros de la clínica Avril se turnarán para estar las 24 horas junto al músico, proporcionarle la medicación correspondiente y hacerle seguir al pie de la letra el tratamiento. Ambos enfermeros –un hombre y una mujer- fueron personalmente seleccionados por García dentro del staff de la clínica, ya que alcanzó gran afinidad con ellos.
El Charly García que se despedirá mañana de la clínica Avril no será el mismo que en los últimos meses concitó la atención de la opinión pública por razones extramusicales: desde principios de junio el músico no consume drogas ni bebe alcohol, se alimenta muy bien y engordó varios kilos, cambió sus anteojos por otros con un formato más moderno, y se arregló la dentadura, que ya no luce incompleta. Además, adquirió hábitos para él desconocidos, como tomar mate a toda hora, acompañado por budín o bizcochitos. Y le gusta bien dulce.
La única adicción que conserva es al tabaco: fuma grandes cantidades de cigarrillos mentolados.
Tampoco será al mismo que el 24 de julio llegó por primera vez al campo de “Palito” y cuatro días más tarde fue internado nuevamente en la clínica por su estado irascible: cuentan sus allegados que ahora Charly está convencido de que puede lograr vencer sus adicciones, que está decidido a lograrlo y quiere “dejarse cuidar”.
Además del personal médico, el doméstico y el técnico, sólo podrán ingresar a la estancia y tener contacto con Charly media docena de personas autorizadas por la jueza: “Palito” Ortega, León Gieco, Pedro Aznar, Nito Mestre, el ex mánager Szereszevsky, e Inés García Moreno, su cuñada y abogada. Con esas seis personas compartirá Charly el jueves próximo los festejos de su cumpleaños número 57.
En la clínica Avril, donde estuvo desde el 31 de julio pasado, Charly contaba con dos teclados electrónicos con los que despuntaba su pasión por la música. Allí compuso un par de nuevas canciones y dejó casi lista una tercera.
Su amigo León Gieco ya se comprometió a realizar personalmente las gestiones necesarias con un importante sello discográfico para que la producción de Kill Gill sea publicada.La posibilidad de que Charly grabe fue autorizada por la jueza, pero no incluye por el momento ninguna chance de que el músico pueda retornar en lo inmediato a las actuaciones en vivo, ya que para ello deberá contar con el alta médica definitiva.
20 octubre 2008
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