A mitad de su nuevo disco, Jorge Drexler asegura: “Una canción me trajo hasta aquí”. Es una verdad a medias. Claramente la fuerza que lo llevó desde su Montevideo natal a convertirse en estrella latina iberoamericana está en las canciones, pero no fue lo único que lo movilizó. Drexler es tan curioso, tan interesado y asombrado por el devenir de su propia vida –y a partir de ahí– del devenir general del planeta, que es mucho más verdadera la afirmación que da nombre al disco, Amar la trama.
No sólo lo mueven las canciones.
Ellas son el vehículo pero no hay muchos músicos tan interesados en el paisaje como el uruguayo. Autorreivindicado como científico, todo lo que cabe desde el microscopio hasta el telescopio le interesa y lo motiva. Pero como artista, sabe que todos esos datos precisos son también parte de una trama difusa, llena de probabilidades improbables. La precisión del dato y el desconocimiento sobre las consecuencias de las relaciones entre esos datos hacen de Drexler un músico arriesgado y perplejo.
23 marzo 2010
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