¡Noche de disfraces! ¿Quién ha dicho que no podamos ser personajes de ficción por un ratito? ¿quién que la literatura, por el hecho de ser palabra, esté reñida con lo corporal? ¿Quién que todo esto tenga que ser todo el tiempo una “cosa seria”? ¡Queremos proponerles que se disfracen! Pídanle una mano a su creatividad, piensen qué personaje les gustaría ser y… ¡séanlo! Se trata por supuesto de una propuesta opcional, (no es obligatorio ir disfrazado), pero esta noche tienen todos las puertas abiertas para un carnaval literario. La única consigna es que el disfraz sea de un personaje de ficción, (literatura, comic, cine, pintura…). Por lo demás, ¡las ideas son del que las tenga! Y está permitido representar a su personaje toda la noche, con lo que, si alguien está cansado de sí mismo, ¡que se abandone un rato al “otro”! Eso sí, tengan cuidado con la reina de corazones, ¡que anda cortando cabezas!
¡Haremos además un concurso, con primero y segundo premio al mejor disfraz! ¡Ea! Si tienen ganas… ¡a echarle imaginación! Y si no, ¡vengan de todas formas que la noche lo merece!
Los invitados de la semana son:
Juan Pablo Angelone y Sandra Mendizaba: Ambos poetas muy destacados en la ciudad. ¿Qué por qué los presentamos juntos? ¡Porque hay algo más importante que el hecho de que ambos sean muy buenos poetas! Y es que… ¡ella guarda dentro una bebita que va a salir en un mes! ¿No da para festejar que los papás de una personita potencial puedan venir a leer juntos al ciclo? Desde acá queremos tomarlo como símbolo de la vida y la palabra. Quizá cuando pasen los años ellos le contarán a la nena que una noche de Otoño, estuvieron leyendo poesía juntos, en un bar, esperándola.
Fabricio Simeóni: ¿Quién no lo conoce? Ha publicado mucho en solitario y ha colaborado también muchísimo con diferentes medios. Poeta muy querido y muy aclamado en la ciudad de Rosario. Su poesía oscila de lo irreverente a lo hermético en un vayvén envenenado de chispa y de originalidad. ¡Dice estar buscando un disfraz para la noche!
Y después de la lectura de los invitados, como siempre, el micrófono queda abierto al público para que todo el que quiera pueda acercarse a leer textos breves, propios o ajenos. (podrían utilizar el micrófono abierto para actuar a su personaje en el escenario).
¡Listo! ¡La noche está servida y el espectáculo también! Vengan que los esperamos nuevamente con las copas llenas y los brazos abiertos ¡y muchas ganas de fiesta!
31 marzo 2010
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