El grupo Puertas adentro presenta los domingos de agosto y septiembre a las 20:30 hs en el teatro Caras y Caretas, corrientes 1518, “Demasiada familia” obra protagonizada por Celina Rovetto, Magdalena Romanos, Cecilia Patalano, Angie Beltrame, Marcelo Gargiulio, Silvina Scarpolini, Flavio Soso,Ggianina Moisés Sosa, Soledad Palomeque, Emilio Dei Cas, Vanesa Baccelliere y dirigida por Crisitna Carozza
El universo chejoviano desde donde parte la obra es casi siempre abordado con cuidado, solemnemente, con mucho respeto. Pero el acierto de demasiada familia es faltarle el respeto a Chejov y discutir con el autor, resignificarlo, hacerlo propio.
Desde esta falta de respeto la obra nos invita espiar las vísperas de navidad de una familia en las campiñas de Moscú. El encierro en las afueras de una metrópoli que Anton Chejov ha descrito en la mayoría de sus obras está perfectamente interpretado en demasiada familia haciendo de las miserias y mentiras familiares algo para reír. Las afueras de Moscú se transforman en las afueras de cualquier ciudad.
Hay un hilo conductor en todos los personajes y es la insatisfacción que les produce lo que tienen, el deseo de lo que no tienen. Cada uno de los protagonistas transitará su momento propio donde develará sus intenciones “non sanctas”. Pero lo escencial de la obra es que no existe un protagonista sino que todos los actores son parte de un solo mecanismo que sostiene la puesta desde el inicio. La dirección de actores meticulosa, sutil y coral que Cristina Carozza realiza nos pinta un cuadro donde, como en el inicio del espectáculo, todos están presentes.
Demasiada familia es una novedosa forma de abordar a Chejov, nos deja acercarnos como público al clásico ruso y reírnos en el transcurso.
Podés escuchar el informe acá o más tarde en nuestro podcast.El universo chejoviano desde donde parte la obra es casi siempre abordado con cuidado, solemnemente, con mucho respeto. Pero el acierto de demasiada familia es faltarle el respeto a Chejov y discutir con el autor, resignificarlo, hacerlo propio.
Desde esta falta de respeto la obra nos invita espiar las vísperas de navidad de una familia en las campiñas de Moscú. El encierro en las afueras de una metrópoli que Anton Chejov ha descrito en la mayoría de sus obras está perfectamente interpretado en demasiada familia haciendo de las miserias y mentiras familiares algo para reír. Las afueras de Moscú se transforman en las afueras de cualquier ciudad.
Hay un hilo conductor en todos los personajes y es la insatisfacción que les produce lo que tienen, el deseo de lo que no tienen. Cada uno de los protagonistas transitará su momento propio donde develará sus intenciones “non sanctas”. Pero lo escencial de la obra es que no existe un protagonista sino que todos los actores son parte de un solo mecanismo que sostiene la puesta desde el inicio. La dirección de actores meticulosa, sutil y coral que Cristina Carozza realiza nos pinta un cuadro donde, como en el inicio del espectáculo, todos están presentes.
Demasiada familia es una novedosa forma de abordar a Chejov, nos deja acercarnos como público al clásico ruso y reírnos en el transcurso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario