Exultante, el rodaje fue como “anillo al dedo”: hasta tuvo el placer de plantarse a la cámara en su provincia natal, Córdoba. “Soy fan de Capusotto. Su modo gestual lo hace un tipo muy personal”, advierte. Y analiza: “En el humor siempre hubo contrastes. Como en todos los ámbitos. Troilo y Piazzolla representaban dos estilos distintos y sin embargo el tango es uno solo, como el humor”.
“Es difícil hacer humor con la ciencia ficción, porque eso exige una realización especial. Uno ve Avatar y esa calidad de efectos, y piensa que con la modestia propia del cine argentino esta historia está bien contada”, analiza. Durante la avant première, el director Néstor Montalbano invitó a Mesa a alcanzarle un guión. Ni lerdo ni perezoso, él ya pone manos a la obra: “Algo
pensado ya tengo...”. Empezó su carrera artística en televisión, en la década del ´60, como libretista de grandes cómicos como Pepe Biondi, Carlos Balá; escribió los monólogos políticos de Tato Bores en la época de los militares, Olmedo y también para los uruguayos del grupo Telecataplum, los títulos desopilantes de sus programas (que son sus marcas registradas).
Hablamos por teléfono con un grande, Juan Carlos Mesa .
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