rY llegamos a la mayoría de edad: ¡veintiún capítulos! Eso merece un tema especial y un invitado de lujo: el tema que nos convoca es la arquitectura de Rafael Iglesia y el convidado que aportará su punto de vista y experiencia es Diego Arraigada.
Rafael Iglesia, nacido en Entre Ríos y formado en Rosario, parecía signado por una carrera profesional enmarcada dentro del aparato burocrático estatal hasta que el contacto con los integrantes del Grupo “R”, a finales de los años ochenta, le permitió adentrarse en preocupaciones de tipo conceptual y material que terminarían por definir la arquitectura contemporánea de nuestra ciudad, y porqué no, de Latinoamérica.
Su producción es difícil de encasillar debido a su personal modo de entender la práctica arquitectónica y a su alto grado de elaboración intelectual. Tal vez cercana a aquella definición de Arte Conceptual “el arte como idea como idea”, la arquitectura de Iglesia apela continuamente a una idea fuerte (¿una idea fuerza?) como origen de sus propuestas. La lógica de las estructuras, la naturaleza de los materiales, la forma de crear y utilizar los espacios, son continuamente puestos en crisis en una obra no exenta de ironía hacia la disciplina.
Para citar alguna de sus obras en Rosario, podríamos mencionar la interesante puesta que realiza en el Pabellón del Parque Independencia donde, gracias a una organización sencilla e inteligente, realiza un cerramiento general de hormigón armado (cubierta y muros divisorios) que “levita” sin llegar al piso gracias a una serie de troncos de Eucaliptos rectificados que hacen las veces de columnas. Con esta decisión logra hacer desaparecer el edificio entre los árboles vivos que lo circundan. Otro gran ejemplo, festejado en todo el mundo, es el edificio Altamira (calle San Luís entre 1 de mayo y Alem) en el que la estructura de hormigón a la vista es también la envolvente, generando una economía de recursos constructivos llevada al extremo: ningún elemento del conjunto es superfluo.
Su accionar se respalda siempre en su propio paradigma: “EL Problema ES la Solución”
Según cuenta su inspiración principal viene del arte en general (Magritte, por ejemplo), pero sobre todo de la literatura, de la lectura de autores como Jorge Luís Borges. Pareciera traducir la palabra escrita en espacios arquitectónicos, en conceptos materiales. Esta distancia crítica le permite transgredir muchos presupuestos y aportar una visión siempre fresca y desprejuiciada.
En este último capitulo del año de Apuntes de Arquitectura en MTQN, los invitamos a festejar con una charla que promete mucho!
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