02 diciembre 2010

APUNTES DE ARQUITECTURA N° 20 - Eduardo Le Monnier, el eclecticismo llega a Rosario:

Retomando un tema de apuntes anteriores, volvemos a otro de los arquitectos que hicieron nuestra ciudad a principios del siglo XX.
Eduardo Le Monnier nació en Francia, se formó en la Escuela Nacional de Artes Decorativas de Paris y llegó a nuestro país, como otros profesionales (el mayorquín Francisco Roca por ejemplo), a fines del siglo XIX. Se estableció en una Buenos Aires ávida de arquitectos europeos y desde allí realizó algunos de los edificios que delinearon el nuevo perfil de una Rosario que quería ser metrópolis. De su estudio salieron los proyectos para dos esquinas emblemáticas del centro rosarino: la filial local de la compañía de seguros “La Bola de Nieve” (Córdoba y Laprida, 1906) - uno de los primeros edificios en altura de la ciudad y el primero que contó con ascensor – y la sede social del Jockey Club de Rosario (Córdoba y Maipú, 1914).
Su asenso social fue vertiginoso y en 1907 ocupó la presidencia de la elitista Sociedad Central de Arquitectos en Buenos Aires y se consolidó como un profesional de primera línea, ganando varios premios y distinciones, llegando a tener obras también en Paraguay, Uruguay y Brasil.
En la década del 20 construyó en la capital federal varios edificios para grandes corporaciones financieras y edificios de renta, ambos programas muy demandados por aquellos años. También vale la pena destacar la sede para el Yatch Club Argentino que construyó en la dársena norte del puerto porteño, edificio de audaz composición volumétrica que anticipó muchos tópicos que después explotaría la Arquitectura Moderna.
Murió en Buenos Aires en 1931.



Su sólida formación lo muestra hábil en el manejo del eclecticismo (lenguaje que toma elementos de distintas fuentes y épocas de la historia y los combina en una solo edificio, con el objeto de que resulte una obra nueva y original), con definiciones en planta de corte académico pero abierto a las innovaciones técnicas: no solo utiliza ascensores, sino que algunos de sus edificios muestran parte de estructura metálica en la fachada, hecho poco habitual a principios de siglo.
También demostró una gran pericia constructiva, un minucioso control de los detalles, una cuidada articulación de los volúmenes y una clara intuición espacial.


No hay comentarios.: