Tantos son los rincones de esa nación que ni siquiera los propios argentinos saben los nombres de todas las localidades que forman parte de la superficie nacional. Por supuesto, hay quienes han logrado recorrer su tierra de punta a punta y saben, por ejemplo, que en la provincia del Chaco existe un municipio de poco más de 2.500 habitantes que ha sido bautizado como La Tigra.
Ese pequeño y apacible territorio compuesto sólo por veinte cuadras ha perdido el anonimato desde hace un tiempo, gracias a un grupo de cineastas y artistas que halló en La Tigra una gran fuente de inspiración cinematográfica.
Cuando la etapa de rodaje estuvo finalizada y el proyecto se transformó en un producto sólido capaz de llamar la atención de críticos y espectadores, esta obra que Federico Godfrid y Juan Sasiaín, sus directores, optaron por nombrar como La Tigra, Chaco, comenzó su travesía por distintos certámenes.
En el Festival Internacional de Mar del Plata, el estreno de esta película centrada en las vivencias de Esteban (un joven que tras largos años de ausencia decide volver al pueblo para reencontrarse con su padre) no podría haber salido mejor. Allí, la cinta fue distinguida con el Premio de la Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica y se llevó un reconocimiento como Mejor Película Argentina, tal como reproduce Radio Praha.
Tiempo después, una nueva sorpresa, esta vez en territorio extranjero, llenaría de orgullo a quienes participaron de este largometraje donde el argumento pesa tanto como las imágenes que permiten descubrir las características de un casi desconocido paisaje chaqueño. Es que La Tigra, Chaco, obtuvo excelentes repercusiones en el Festival de Karlovy Vary, donde el jurado no dudó en otorgarle una mención especial dentro de la sección Foro de Independientes y el público checo no disimuló su interés por saber detalles del proceso de rodaje.
En Hamburgo y en Mumbai, asimismo, el material emocionó hasta las lágrimas a numerosos espectadores por hacerlos sentir identificados con sus propias historias de vida.
Lejos de ser reacciones exageradas o un invento de los realizadores por motivos publicitarios, esas sensaciones son consecuencia de un filme emotivo y lleno de calidez. Como descubrirán aquellos que vean la propuesta completa, La Tigra, Chaco, no se limita a contar la vuelta de un muchacho a un pueblo, sino que hace foco en los vínculos familiares y en la memoria, ya que además de narrar los desencuentros entre un padre y un hijo, revela el acercamiento entre el protagonista y Vero, una antigua amiga que atesora desde la infancia y que se ha convertido en una atractiva joven.
Quienes quieran disfrutar La Tigra, Chaco, desde el jueves 18 hasta el miércoles 24 se proyectará en la sala Arteón, Sarmiento 778, y los horarios de mañana jueves sona las 19.30hs y otra función a las 21hs.
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1 comentario:
Genial esta peli!!! me conmovio mucho la historia de amor y la puesta de la vida de pueblo, sus costumbres, su gente....CANDELARIA se lleva todos mis aplausos!!!!
Gracias!
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