Durante la Edad Media, cuando el poder de la religión católica era absoluto, las historias de la Biblia se representaban en obras llamadas misterios. Pero para que todo no sea tan serio, se introducían momentos de esparcimiento y risa que dieron orígen a la farsa. Este condimento luego fue tomando formas propias, generalmente asociadas a lo cómico grotesco y bufonesco, conformando un estilo poco refinado y muy popular. Temática escatológica y rasgos que sobremarcan la dimensión corporal del actor en los personajes son los principios de este género que es retomado en la obra "Proceso en un aula", dirigida por Marcelo Díaz.
Esta obra es una de las más representativas del teatro producido en Rosario durante la apertura democrática de los años 80; es una farsa teatral sobre la educación en los años de la última dictadura militar en el país, creada originalmente en el marco de la Agrupación Discepolín.
Hoy, la pieza es retomada por egresados de la Escuela de Teatro y Títeres que la presentan en escuelas de la ciudad y alrededores.
Actúan Daniel Feliú, Nancy Barbero, Jorgelina Rojo, Carolina Moriconi, Maximiliano Fonseca, Laila Roth y Juan José Alarcón.
19 mayo 2006
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