Hay una historia que se escribe con palabras y leemos con los ojos desde pequeños. Tenemos manuales Kapelusz de primero a séptimo grado, libros más o menos sofisticados para la secundaria e investigadores de renombre en nuestras facultades. Leemos y releemos la historia cuantas veces podemos. Pero existen historias que se escriben con escalas pentatónicas y cromáticas, con guitarras y bandoneones, con poesía y protesta.
Este historiador eligió el acordeón como pluma y el mate como historia, este historiador es Raúl Barboza y pasó por nuestros estudios.
Si no pudiste escuchar a Raúl Barboza en vivo... escuchalo más tarde.
11 julio 2011
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