11 abril 2013

La escuálida familia - Todos somos idiotas


Por Federico Aicardi


Creo en Dios Padre, Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo, su Único Hijo nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen.

No parece raro que en tiempos de efervescencia papal hasta quien escribe se contagie de el espíritu franciscano y haga de este espacio otro (no un) espacio para el regocijo católico pero, tristemente porque me vendría bien un poco de efervescencia, no estoy bautizado por lo que la llegada de Francisco primero me generó lo mismo que el escándalo de la princesita Karina, esto siendo la nada misma. Entonces:

¿Para qué comenzar un escrito con la oración que resume lo que todo católico cree o debe creer?

Simple, porque voy a tratar de analizar el estreno de “La escuálida familia” (de Lola Arias), la última producción del grupo Enjambre P bajo la dirección de Felipe Haidar, la asistencia de Mayra Sanchez y las actuaciones de Paula Diez, Alejandro Ghirlanda, Ariel Hamoui, Cecilia Lacorte y Soledad Otero.
Voy a comenzar con buscar en la oración con la que comienzo este análisis dónde se encuentra la mujer (denme dos segundos que ya lo encuentro):

1 – Dios Padre (hombre)
2 – Jesucristo (hombre)
3 – El espíritu santo (hombre)
4 – La virgen María (mujer)

Lo que queda en claro de esta oración es que detrás de todo gran hombre (Dios), hay otro gran hombre (Jesucristo) que tiene detrás otro gran hombre (el espíritu santo) y que detrás de todos ellos hay una gran mujer que es virgen. No descubro la pólvora con decir esto, la religión católica es paternalista.
Por otra parte si hacemos un recuento por arriba de algunas tragedias conocidas nos vamos a dar cuenta de que todas (y cuando digo todas son todas) están guiadas por hombres (léase Hamlet, Edipo Rey u Otelo).
Entonces el texto de Lola Arias, ya desde foja cero, plantea una rebeldía troncal en su devenir porque quien lleva la historia, la tragedia, es una mujer. En primer plano siempre está la mujer. La escuálida familia es una tragedia donde lo femenino es lo que mueve al mundo, donde la conciencia trágica (esa idea de que todos van a morir en algún momento de la obra) es concebida desde el útero (imagen de la vida).
Partiendo desde esa rebeldía es que Haidar (quien ya nos había sorprendido con su versión de “La tercera parte del mar “de Tantanian) hace lo que mejor sabe hacer: tomar un grupo de actores, hacerlos lograr un máximo de compromiso físico y emocional con el trabajo y con ellos hacer de la poesía dramatúrgica, poesía teatral.

(En este espacio voy a dejar en claro que lejos está “la escuálida familia” de considerarse acabada, finalizada, cerrada por todos los costados. En el trabajo hay ciertas aristas que aún faltan ahondarse, por sobre todo, en lo que a vínculos respecta (madre/padre, hija/padre, hija/feto, etc) pero es un estreno y tenemos suerte de poder escribir sobre esto porque, en síntesis, escribimos sobre los que nos empuja escribir, el resto es silencio)

Haidar parece dedicarse a llevar a escena esos textos que parecen imposibles de montar y logra darles vida (podría decirse que las reminiscencias bíblicas son pura casualidad) y eso es lo que tenemos que festejar entre tanta muerte (la vida cada día se parece más a una tragedia).
Hacia dentro de la puesta de Enjambre P siempre son destacables las actuaciones (en este caso desparejas pero mínimamente). Los personajes que los actores de Haidar construyen en sus puestas parecen monstruos conflictuados, todos ellos viven al borde de una insatisfacción cruel que los lleva a deambular en escena como psicópatas que aún no han tenido su brote. Diez, Ghirlanda, Hamoui y Otero tienen una angustia dentro suyo, una angustia irresoluta, una angustia que es la que mueve a la familia metáfora de la humanidad toda.
¿Creyeron que me había olvidado de Cecilia Lacorte? El trabajo de Lacorte merece un párrafo aparte (y es este párrafo). Hay veces que lo único que tenemos para decir es “impresionante” en lo que a una actuación refiere. Cecilia este “impresionante” es para vos. La capacidad con la que pasás del humor a la tragedia impresiona. Listo, lo dije. (Me tomo una licencia para compartir un pequeño descubrimiento: podría decirse que las actrices principales de Haidar se llaman Cecilia).



“La escuálida familia” es un trabajo que nos lleva a reflexionar sobre la humanidad, sobre la construcción de la familia, sobre la religión, sobre el rol de lo femenino y, sobre todo, sobre la idiotez porque si pensamos que Adán y Eva fueron los primeros que engendraron a la humanidad y de ahí toda se fue reproduciendo podemos inferir que somos todos parientes y ya se sabe que el hijo que resulta del incesto es un hijo idiota, por ende, todos somos idiotas. Así, salimos del teatro “La Manzana” dudando como dudan los idiotas y algunos de esos idiotas escribimos para tratar de comprender lo que acabamos de ver e intentar, aunque sea con mucho esfuerzo, no parecer tan idiotas aunque este esfuerzo, la mayoría de las veces, sea una idiotez.

Escuchá la entrevista con Felipe Haidar, director de "La escuálida familia"

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