Santos era uno de los contrabandistas de DVD’s más respetados de Lima. Un cinéfilo que, en un país semi aislado del circuito cinematográfico internacional, formó a una generación con sus copias ilegales. Una productora estadounidense publicó su historia, lo describió como dueño de “un gusto exquisito” y lo convirtió en un paria. En esta historia, finalista del concurso de crónicas Nuevas Plumas, Alonso Mesía Macher responde a la pregunta de qué tan famoso puede permitirse ser un dealer.
La nota completa se puede leer en este enlace de Anfibia y acá abajo les dejamos el corto documental realizado por Vice que desató esta historia.
24 febrero 2016
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